martes, 12 de abril de 2011

Reflexiones sobre la Ley Volstead.


A pesar de que la de Estados Unidos fue la Ley Seca  más conocida, el movimiento prohibicionista del alcohol no empezó en Estados Unidos, le preceden países que ejercieron leyes y políticas antialcohol como Canadá (1915-1919), Rusia (1916-1928), Islandia (1915-1922), Finlandia (1919-1932), Noruega (1916-1927), Suecia (1922), Inglaterra (no adoptaron ley prohibicionista, pero los activistas antialcohol hicieron que disminuyera el consumo). El colectivo más activo en el movimiento prohibicionista fue el protestante, una de las causas que se de en éstos países y no en otros.

El aumento del consumo del alcohol, específicamente, de la cerveza, ya se había producido en diferentes partes del mundo, este auge se debe a las mejoras en cuanto a tecnología y productividad de la Revolución  Industrial.

A principios del s.XX Estados Unidos vivía un movimiento moralista, que predominaba en la zona rural, que aumentaba por la alarma del crecimiento de la inmigración y por la protección de la “moral” americana. Había 3 organizaciones prohibicionistas: Prohibition Party (actualmente vigente), WWCTU (Unión Femenina de Abstinencia Cristiana, actualmente también vigente, formada en 1874) y The Anti-Saloon League of America (formado en 1895, también todavía vigente).

El aumento del nivel salarial y la necesidad mano de obra hizo que azotara a EEUU una fuerte inmigración. La mayor ola migratoria se produjo entre 1900 y 1910. Pero a partir de 1840 ya se observa una enorme subida[1]. El aumento del consumo de alcohol se relacionó con la fuerte inmigración, asociándose a las costumbres de estos países y hubo un espíritu de conservación de la cultura americana movilizado por las zonas más conservadoras. No obstante, esto no quiere decir que la población no inmigrante no consumiera cerveza antes.

Pronto, el alcohol no solo se relacionó con la destrucción de las familias, sino también se relacionó con el absentismo laboral y los accidentes de trabajo[2].

A partir de 1850, la cerveza pasa a ser la bebida alcohólica más consumida, este éxito se relacionó sobre todo a inmigración procedente de Irlanda, Italia, Bélgica y Alemania. A partir de 1870 el consumo de cerveza era casi el triple en relación con el resto de bebidas alcohólicas[3].

Los argumentos dejaban a un lado la Revolución Industrial y la mejora en los procesos de elaboración de cerveza, así como las experiencias que introducían en cuanto a tipos de cerveza, elaboración y años de fabricación de países como Alemania, tampoco aparecen argumentos como la prosperidad del ciudadano estadounidense que se podía permitir ir a los saloons por el aumento de su economía y que la cerveza pasó a ser probablemente, la bebida alcohólica más económica para la población. La cerveza salía mucho más rentable consumirla a granel que embotellada en los saloons de Estados Unidos y éstos locales pronto fueron una estrategia de mercado para las cerveceras. Por ejemplo, en 1863 Virginia City tenía más de 100 Saloons, alrededor de 20 por cada iglesia[4].

Las compañías cerveceras empezaron a competir entre ellas, ofrecían el pago del alquiler, pagaban los barriles, las licencias, e incluso compraban locales para que sólo se vendiera en el saloon su cerveza.

Antes de 1900, algunos estados ya adoptaron medidas contra el alcohol, Maine, en 1858 fue el primer estado. En 1905 se creó The Anti-Saloon League of America tras la unión de diferentes organizaciones Anti-tabernas.

En 1919, antes de la Ley Volstead (llamada también así por Andrew Volstead, presidente del Comité Judicial, que la patrocinó dentro del gobierno), 33 de los 48 estados tenían legislación prohibicionista[5].

XVIII enmienda de la Constitución se produce en enero del 1919. Su idea es reducir el crimen, dar mejoras sociales al ciudadano y proteger a la familia. Se le llamó “el noble experimento”.

El consumo de alcohol durante la Ley Volstead cayó durante el primer año de prohibición, sin embargo, proliferaron las mafias, ya que la demanda de alcohol de la población abría las puertas a una fuente de riqueza importante. Además, a partir de 1920 el desempleo aumentó, aunque ensombrecido por aumento abismal de tasa de desempleo tras la caída de la Bolsa en 1929, esto hizo que parte de la población optara por la vía ilícita.

Empezaron a proliferar los speakeasies, locales clandestinos que sustituían a los saloons.

El gobierno necesitaba mayor presupuesto para guardar las costas y las fronteras, aumentó el crimen organizado, se llenó las prisiones (en 1932 la cantidad de convictos federales había incrementado en un 561% con respecto a antes de la XVIII Enmienda). Por otro lado la ilegalización del alcohol hizo que no hubiera ningún tipo de control en el producto del mercado negro, por lo que el ciudadano era susceptible de vender alcohol adulterado. Se calcula que en 1932 aproximadamente 30.000 personas habían muerto a causa de la adulteración del alcohol, y que aproximadamente 100.000 tenían lesiones permanentes[6].

El abolir la Ley Seca salía más rentable, tanto en cuestiones de salud pública (no solo evitando alcoholismo sino también envenenamientos), como económicamente (aplicando impuestos al alcohol y creando puestos de trabajo).

No se ha de olvidar, que la Ley Seca intentó erradicar el consumo de alcohol a muchos adictos sin controlar suficientemente el mercado negro e ilegal de éste. Quizás si hubiese sido una sustancia psicoactiva menos consumida hubiera funcionado, pero la prohibición del alcohol hizo que las mafias se enriquecieran a su costa, más que con otras drogas que fueran de uso menos común.

El grupo más activo para abolir la XVIII enmienda fue AAPA (Association Against The Prohibition Arrendment), que fue fundada en 1918, defendía que ésta violaba la Constitución.

En 1933 el presidente Roosevelt legalizó primero la venta de cervezas de 3,2 grados como máximo (al día siguiente la bolsa subió un 15%)[7], la abolición de la Ley Seca. La enmienda XXI abolía la enmienda XVIII en diciembre de 1933.

En 1934 nació Alcohólicos Anónimos, esto sí fue un importante avance, puesto que los grupos de autoayuda no habían sido suficientemente contemplados para tratar el problema del alcoholismo en EEUU.

Quizás la solución debía haber sido incrementar el precio del alcohol, para que no fuera tan asequible al ciudadano, y por otro lado para que no sólo controlara el gobierno la producción, comercio y consumo ilegal, sino también las industrias productoras, distribuidoras y los saloons. También controlar el número de saloons según el número de habitantes, o poner saloons en las afueras o en sitios no fácilmente al alcance de los ciudadanos.

Esta política por ejemplo es la que está siendo llevada a cabo en Cataluña con respecto a los casinos, cosa que no ocurre por ejemplo con las máquinas tragaperras o recreativas tipo B distribuidas en los bares, tema que hizo aumentar la ludopatía fuertemente en 1984[8].

Por otro lado, faltaron políticas de tratamiento a alcohólicos, y alternativas de ocio, incompatibles al uso del alcohol, como centros culturales donde no se permitiera su consumo.

BIBLIOGRAFÍA
  • Alcázar, J. ; Tabanera, N; Satacreu, J.M.; A, Marimon. (2003). Historia contemporánea americana. València: Universitat de València.
  • Basart, M.  (2011) Ludopatia.cat: apuestas y corrupción contra la salud y el interés general. Barcelona.
  • Bosch, A. (2010) Historia de los Estados Unidos 1776-1945, Barcelona: Crítica.
  • López-Muñoz, F. y Álamo, C.(2006) Historia de la psicofarmacolgía. Madrid: panamericana.
  • H, Nickerson. (2005)La inquisición y el genocidio del pueblo cátaro. Sant Vicenç dels Horts, Barcelona: El círculo latino.
  • La Vanguardia. Martes 04 de noviembre de 1969. USA, la ley seca.
  • La Vanguardia. 25 julio de 1928, página 14. El alcoholismo y los accidentes de trabajo. Hospital, J.
  • La Vanguardia. 31 agosto de 1929, página 17. El peligro de América. Alegret, J.
  • La Vanguardia, 14 de septiembre de 1974. El dorado Oeste. Zúñiga, A.
  • López, A. (mayo-agosto 2002) Por tu bien, y sobre todo por el mío: fundamentos y altibajos del prohibicionismo estadounidense. Análisis Político. (46) 21 páginas.
  • Rumbarger; John J. (1989) Profits, Power, and Prohibition: Alcohol Reform and the Industrializing of America, 1800–1930. New York: State University of New York.
  • Thornton (1991) Prohibition and the Economist.
  • Thornton (1991) The Economics of Prohibition.
  • Volstead Act of 1919. United States Statutes At Large, 66th Cong., Sess. I, Chp. 82, p. 305-323
REFERENCIAS DE INTERNET




[1] U.S Census Bureau; 2005. Yearbook of Immigration Stadistics, U.S. Office of Immigration Stadistics; and Pew Hispanic Center. American Immigration in Perspective, by Decade 1820-2005.
[2] La Vanguardia. 25 julio de 1928, página 14. El alcoholismo y los accidentes de trabajo. Hospital, J.
[3] Alcohol Epidemiologic, data Reference Manual (Vol., Rockville, MD: U:S. Dep. of Healt and Human Services, Public Healt Service, Alcohol, Drug Abuse and Mental Healt Aadministration National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, 1985).
[4] Zúñiga, A.(1974/14/09) El dorado oeste. La Vanguardia. 
[5] López, A. (mayo-agosto 2002) Por tu bien, y sobre todo por el mío: fundamentos y altibajos del prohibicionismo estadounidense. Análisis Político.(46) 21 páginas.   
[6] López-Muñoz, F. y Álamo, C.(2006) Historia de la psicofarmacolgía. Madrid: panamericana.
 [8] Basart, M.  (2011) Ludopatia.cat: apuestas y corrupción contra la salud y el interés general. Barcelona.

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